Llegó a Estados Unidos como refugiado durante la Segunda
Guerra Mundial. Austríaco de origen judío, cambió hace 63 años la sexualidad.
Carl Djerassi Viena, 1923-San Francisco, 31 de enero de 2015) es el padre de la
píldora anticonceptiva. La popular “píldora” se desarrolló en 1951, en
colaboración con el mexicano Luis Miramontes y el también mexicano de origen
húngaro George Rosengkranz. Dieron con la “progestina 19-noestistorena”, un
compuesto más resistente que la hormona natural, lo que permitía, al tomarla
oralmente, neutralizar el efecto de la generada por el cuerpo de la mujer. Su hallazgo
generó no solo polémica sino grandes cambios sociales, especialmente en el
feminismo.
Uno de sus vaticinios, que ya se cumple y se ofrece como
servicio social a los empleados en Silicon Valley, es que las mujeres más
formadas congelarían sus óvulos para tener control sobre su maternidad y
progreso profesional. En su opinión, el sexo como forma de procreación irá
perdiendo paulatinamente el sentido a cambio de que tanto hombres como mujeres
conservasen su material reproductivo entre los 17 y 18 años, el momento de
mayor fertilidad.
Este no fue su único descubrimiento. Los alérgicos le pueden
estar agradecidos, suya es la patente del primer antihistamínico, la casi
mágica sustancia que palía muchos de los efectos.
Djerassi que hablaba con fluidez alemán, inglés y español,
ha muerto a los 91 años en su casa de San Francisco a causa de las
complicaciones provocadas por el cáncer de hígado y huesos que padecía, según ha
explicado su hijo Dale a los medios. Su historia es la de tantos talentos
exiliados durante la contienda. Con 16 años llegó a Nueva York junto a su madre
y solo 20 dólares. En su desesperación escribió una carta a Eleonor Roosevelt
pidiendo ayuda. Así es como consiguió una beca para continuar sus estudios en
el Nuevo Mundo.
La modestia con que llegó a EEUU de desvaneció tras pasar 10
años en México como presidente de los laboratorios syntex, entre 1949 y 1959,
fue entonces cuando volvió para establecerse en Palo Alto, donde compró una
gran parcela y comenzó a coleccionar arte. El expresionista Paul Klee era su
debilidad. En 1968 fundó Zoecon, una empresa dedicada al control de plagas de
insectos. Su técnica modificaba las hormonas de modo que impedía el desarrollo
de las larvas.
Padre de dos hijos, nunca se recuperó del suicidio de su
hija, Pamela en 1978. Una incipiente pintora que le impulsó a rendirle tributo
creando una finca con diferentes escenarios y estudios para actores, guionistas,
pintores y escritores. Esta última fue la vertiente que él mismo cultivó.
Varias de sus obras se estrenaron en Broadway y es autor de dos autobiografías
y casi una veintena de libros de ciencia ficción.
En 1978 fue reconocido con el Premio Wolf en Química. En
1991 el presidente Bush le otorgó la Medalla Nacional de Tecnología en
Innovación. Durante cinco décadas ha desarrollado labor docente e la universidad
y contaba con 34 doctorados honoríficos. Trabajador hasta el final, sus últimas
publicaciones científicas datan de 2011.
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